Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

"Leia, una perra maltratada, murió sola y enferma pese a las denuncias de los vecinos"

PERROS Y GATOS ABANDONADOS QUE HAN SIDO RECOGIDOS EN EL REFUGIO DE ANIMALES DE VIGO. ( ASOCIACION PROTECTORA DE ANIMALES DE VIGO ).  foto: MARTA G. BREA

PERROS Y GATOS ABANDONADOS QUE HAN SIDO RECOGIDOS EN EL REFUGIO DE ANIMALES DE VIGO. ( ASOCIACION PROTECTORA DE ANIMALES DE VIGO ). foto: MARTA G. BREA / MARTA G. BREA

El pasado 5 de enero fallecía Leia, una perra de Albalat de la Ribera (Valencia) que llevaba años atada en la terraza de una casa del pueblo, enferma, sin apenas agua y comida, rodeada de sus excrementos y sin ningún contacto con sus dueños. Su estado era tan lamentable, que meses atrás una vecina rogó a la familia la cesión de la perra, pero se negaron. Y así fue como Leia murió en la más absoluta soledad y ante la indiferencia de sus dueños que, al otro lado del muro de la terraza, celebraban la Navidad sin percatarse de que su perra había muerto.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Fue la Guardia Civil quién constató su fallecimiento al acudir a ese domicilio a instancias de una denuncia de la asociación Refugi Els Àngels. El ayuntamiento, tal como ha reconocido en un comunicado (no exento de contradicciones), era conocedor de la situación y había recibido quejas sobre las "condiciones higiénico-sanitarias de la perra". Pero ni el consistorio ni la Policía local tomaron medidas suficientes para revertir la situación y evitar el sufrimiento y la muerte de Leia, como también se reconoce en dicho comunicado.

Es cierto que los ayuntamientos y las Policías locales no tienen competencias específicas en materia de protección animal, pero sí un mandato general del legislador de velar por el cumplimiento de las leyes y tomar las medidas necesarias para evitar la comisión de delitos. Desgraciadamente, el caso de Leia ni es el primero ni será el último. Los animalistas vemos cada semana casos así que podrían evitarse si las Administraciones y los cuerpos de seguridad locales actuasen con la misma celeridad con la que actúan con otros delitos. Pero no. Y no por falta de potestad, sino por falta de conciencia social. Porque siguen considerando a los animales como una cosa. Si no cambia esta conciencia social, el nuevo artículo 333 bis del Código Civil por el que se considera a los animales como seres sintientes quedará en papel mojado.

Participaciones de loslectores

Másdebates