"Le he contado un montón de cosas de mi vida a un desconocido"

Iba por la calle y he visto un señor al que no conocía sentado solo en un bar. Me he sentado junto a él. Le he empezado a contar que esta mañana he desayunado un bol de leche con cereales, y que primero he echado los cereales, que los que lo hacen al revés no son de fiar. Luego le he contado que para ir de casa al trabajo he dado 3.756 pasos y le he descrito la ruta que he recorrido. Además, le he explicado que, durante el trayecto, en mis auriculares sonaba el último álbum de Taylor Swift. Me he ahorrado contarle nada sobre mi trabajo, porque lo odio y me pagan fatal, pero no quería que viese la parte mala de mi vida. También le he detallado mi rutina del gimnasio, le he contado que me quiero ir de viaje a Ámsterdam por Navidad y le he dicho que estoy soltera y busco una pareja de 25 a 35 años, a ver si me puede presentar a alguien.

La mayoría de nosotros no le contaríamos nunca todo esto a un desconocido. ¿Por qué entonces lo hacemos a través de nuestros 'smartphones'?