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"La violencia policial no se compensa con más violencia"

Enfrentamientos con la policía en Washington.

Enfrentamientos con la policía en Washington. / EFE / EPA / SHAWN THEW

Joaquim Montoliu Martínez

¿Cuántas muertes más se han de producir tras un homicidio, con tintes de asesinato por el ensañamiento, cometido en la persona de George Floyd? ¿Cuánta violencia se justificará con esa muerte en Estados Unidos y otros países? ¿Va a resolver los problemas raciales o más bien enrocará a unos y otros en sus posiciones enfrentadas? ¿Mejorará la convivencia y el respeto mútuo o polarizará aún más la sociedad?

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La violenta irracionalidad de un policía no se compensa con la violenta irracionalidad de los que se integran en la masa para provocar desmanes. Se abrazan al Estado regresivo del que hablaba el sociólogo Eric Fromm abandonando los modos civilizados de comportamiento para regresar a los propios del estado salvaje. La muerte de Floyd reclama justicia, pero no la justicia narcisista de la ley de Lynch.

Si algo hemos de aprender de la muerte de Floyd es la capacidad de destrucción que puede permanecer latente en el ser humano cuando deja que su interior se alimente de desprecio por alguno de sus semejantes. El racismo es una de las modalidades de sectarismo, que también se manifiesta cuando se pretende encasillar a los miembros de una etnia en un marco político o cultural determinado, que lleva a despreciar o aborrecer otro diferente. "Si dudas entre Trump y yo, entonces no eres negro", dijo Joe Biden en una entrevista radiofónica, aunque luego quiso enmendarlo diciendo que se había pasado de arrogante.

Al reclamar justicia, al defender el respeto que merece cualquier persona, no hay que dejarse arrastrar por la sinrazón de una masa enloquecida. Nunca hay que dejar de ser uno mismo. A mediados del siglo pasado, unas mujeres afroamericanas con su talento, inteligencia y audacia dieron una lección de realidad a sus compañeros blancos segregacionistas. Se cuenta en 'Figuras ocultas'. No hicieron mucho ruido pero con su testimonio cambiaron muchas mentalidades obtusas.

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