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La valentía, ese bien ya no tan escaso

Manifestación independentista en Madrid, el pasado 16 de marzo.

Manifestación independentista en Madrid, el pasado 16 de marzo. / JOSÉ LUIS ROCA

La sociedad se está cansando. Se está cansando del abuso, de las instituciones rígidas, de la representación democrática de unos cuantos para unos muchos en un mundo que avanza a una velocidad superior que nuestro mecanismo legislativo. Los estados están fallando en capacidad de adaptación. El nuevo siglo trae consigo una nueva forma de vivir y de pensar. Nuestros valores son volátiles a causa de la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios sociales e industriales que ha provocado la revolución digital.

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Nuestro modelo de vida ya no está predefinido como estaba posiblemente el de nuestros padres. Nuestro objetivo ya no es tener un trabajo para siempre, comprar un piso, firmar un contrato matrimonial y tener hijos. En esta sociedad las instituciones han de poder responder más rápido. Nuestro marco constitucional ha de ser flexible, igual que nuestro siglo, elástico. Ha de poder dar cabida a una sociedad cambiante y que se desarrolla a una velocidad superior de lo esperado.

Este fin de semana ardió Barcelona tras cuatro noches de protestas y disturbios por la sentencia. Ayer también colapsó otra sociedad a las antípodas del mundo, Chile. Ayer Chile decretó el Estado de emergencia a causa de unas protestas que colapsaron el transporte público debido a la subida del precio de la movilidad. Los chilenos se movilizaron para protestar ante esa vuelta de tuerca de más, porque simplemente han llegado al límite. La respuesta de su Gobierno fue la de sacar a los militares a la calle y la de cerrar el metro de forma indefinida, bloquear el país. Su propio país.

No se puede callar la voz de un pueblo. No se puede gobernar como se hacía 30 años. Necesitamos marcos legales capaces de adaptarse a la velocidad que avanza la sociedad. Un sistema legislativo en el que la sociedad pueda intervenir no una vez cada cuatro años, sino una vez cada vez que sea necesario.

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