"La justicia que juzga igual el mismo delito en un ciudadano que en otro, propicia que su sociedad sea grande y libre"

Vivimos pendientes del destino del Rey emérito y de los motivos de su ausencia, que, como toda acción que tiene una reacción y esta puede ser imprevisible, existen varios y alguno, como apunta la ciencia, imprevisible. Una escapada estival para refrescar la mente; retirarse a un precipitado e improbable exilio; que las escalas formales para visitar amigos en exóticos países subsanen exóticos errores...

Descartaremos esta última por implicar duda real y, en todo caso, negligencia o consentimiento, pero añadiremos que los errores formaron parte, antes de corregirse, de la historia turbia de la humanidad, y después de corregirse, de la historia más vergonzosa de la humanidad.

La justicia que juzga igual el mismo delito en un ciudadano que en otro, propicia que su sociedad sea grande y libre; la otra es un mal apaño que la hace temerosa de su justicia, esclava de sus miedos.