"La gente sigue sin aprender"

Lamentablemente, esta pandemia está mostrando más flaquezas de las que nadie habría imaginado al iniciar el 2020. La sanidad no era tan robusta porque estaban desasistidas. Los dirigentes políticos eran gente preparada. Aquellos que dirigen instituciones de salud no nos mentirían sobre la gravedad de una pandemia. Y la última, que España, que era el país con más donaciones de órganos del mundo, era el ejemplo de cultura de hacer lo posible por la convivencia y supervivencia de todos. Me fastidia decir que todas estas afirmaciones se han desmontado al llegar este maldito virus.

La gente sigue sin aprender. Parece que todavía no tenemos claro que la mascarilla que debemos llevar obligatoriamente no es un chaleco antibalas que nos protege contra el virus (a menos que llevemos mascarillas FFP2 o FFP3), sino que la mascarilla protege a los demás del posible virus que podamos transmitir sin nuestro conocimiento. Por eso llevamos mascarillas, algo así como el preservativo que evita el 'embarazo' de covid-19.

La otra gran demostración de que no somos el país que más se preocupa de los suyos se demuestra con las personas que, sabiendo que son portadores y posibles infectados, se saltan la cuarentena, cual loco con un arma en un centro comercial. Quizá la Fiscalía debería poner mucho más énfasis en la persecución a ultranza y con todo el peso de la ley a esta gente que comete un delito contra la salud de los demás.