Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

La función de educación cívica del juicio del 'procés'

Celebración del 40 aniversario de la Constitución en el Congreso.

Celebración del 40 aniversario de la Constitución en el Congreso. / JOSÉ LUIS ROCA

Jesús Pichel

Las ideas y los objetivos del secesionismo catalán son claramente políticos y, por ello miso, están protegidos por la libertad ideológica y el pluralismo político que fundamentan la Constitución. Cosa distinta son las acciones. Las ideas políticas no infringen la ley, pero los actos concretos para realizarlas sí pueden ser legales o ilegales, y sus autores, responsables.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Para resolver el problema político no se ha podido o sabido encontrar la vía adecuada y ahí sigue, empantanado, afectando a la propia estabilidad del Estado y contaminando la vida política general. Tanto, que parece que ya no se distingue entre la ideología secesionista y los actos de los secesionistas.

La presunta ilegalidad de algunos de esos actos ha llevado a detenciones, a cárcel preventiva "por las graves acusaciones de la fiscalía, de la abogacía del Estado y de la acusación particular" y, finalmente, a juicio público en el Tribunal Supremo a doce de los encausados.

El juicio terminará como termine, resolviendo la legalidad o ilegalidad de los actos y sentenciando lo que corresponda. Pero no resolverá el problema político, si acaso no lo agrava excitando aún más a los más airados secesionistas o a los españolistas más exaltados.

Con buen criterio el juicio se está retransmitiendo a tiempo real y quien quiera puede verlo tanto en televisión como en prensa digital o en internet. Acostumbrados por las películas a la teatralidad del sistema judicial estadounidense, se están pudiendo ver en este la realidad, la seriedad y el rigor del procedimiento y las habilidades de quienes intervienen en él: acusados, testigos, abogados del Estado, de la acusación particular y defensores de los acusados, fiscales y los siete magistrados que integran el tribunal.

Si como espectáculo televisivo no es particularmente atractivo, como educación cívica es espectacular. Y ni las instituciones, ni los partidos ni los medios están aprovechando para deslindar lo estrictamente ideológico de los actos presuntamente delictivos.

Participaciones de loslectores

Másdebates