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La difícil tarea del psicólogo: ayudar a alguien que pasa por la misma situación que tú

Una mujer mira por la ventana de su casa, en la que permanece confinada.

Una mujer mira por la ventana de su casa, en la que permanece confinada. / BRAIS LORENZO / EFE

Suena el despertador a las 7.30 horas, otro día más encerrada en un piso de 40 metros cuadrados. Tras asearme y desayunar, me siento enfrente del ordenador, con el teléfono en la mano y una lista de números a los que llamar. Mi horario es de 8.15 a 14.45 horas, pero, seguramente, vuelva a acabar a las 18.00. Llamaré, y me dirán: "está durmiendo", "llámame más tarde que estoy comprando" o "el teléfono al que llama no está disponible". Con suerte, las llamadas empezarán a ser respondidas a partir de las 10.00 horas.

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Se ha comentado, más bien por encima, el papel del psicólogo durante este periodo de presencia del virus. Ha salido alguna noticia, en la televisión o en los periódicos, sobre la ayuda que necesitan los sanitarios y los familiares de enfermos y de que la pandemia generará estragos emocionales en la población mundial. Durante este tiempo, los psicólogos que atendemos a personas con trastornos mentales graves, con niveles de sufrimiento ya de por sí muy elevados y alteraciones en su funcionamiento vital de importancia, hemos seguido estando presentes en la vida de nuestros pacientes. Hemos tenido que adaptar nuestro trabajo para no abandonar a nadie.

Cuando un psicólogo llega a casa, tras horas de desgaste por la implicación emocional en las historias de nuestros pacientes, de tomar decisiones muy complicadas respecto al diagnóstico o al plan de tratamiento, de equilibrar sus necesidades de los pacientes con las demandas de la institución, necesita distancia. Distancia a veces es silencio. Otras veces es distracción. Se necesita otro tipo de estimulación que nos permita reponernos para seguir cuidando. A menudo, necesitamos unos días de vacaciones para ello.

La dificultad aparece cuando los psicólogos no descansan. Los psicólogos, al igual que el resto de la población, nos hemos visto afectados emocionalmente por la situación de confinamiento. Tratar de ayudar a alguien que pasa por la misma situación que tú es realmente complicado. 

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