Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

Investidura de Pedro Sánchez: que la prisa la tengan otros

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, en la Moncloa.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, en la Moncloa. / JOSÉ LUIS ROCA

Jesús Pichel

Con tantos intereses cruzados y en algunos casos incompatibles entre sí, las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez están siendo enormemente complicadas. Tener que negociar con varios partidos heterogéneos, condicionando su voto cada uno de ellos a peticiones concretas, y, a la vez, mantener cierta coherencia con el propio programa electoral, con los votantes y con las políticas europeas, parece más un galimatías que un reto.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Que los partidos necesarios para la investidura, aunque sea en segunda vuelta, pongan condiciones parece lógico, porque también ellos tienen que dar cuenta de sus actos a sus militantes y votantes. Condiciones bien de entrada en el gobierno, bien de financiación, bien de infraestructuras, o bien de vetos a otros.

Tiene razón Ábalos al decir que no descarta "nada". Y cabe suponer que en ese "nada" entra la posibilidad de convocar nuevas elecciones, que no sería la mejor solución, pero sí una solución al posible atasco. Y tiene alguna ventaja, que ya vimos en 2015, cuando se repitieron las elecciones: el gobierno en funciones de Sánchez se mantendría activo prácticamente hasta finales de año. Sin olvidar que, en la repetición del 2016, el PP de Rajoy obtuvo mayor ventaja y la continuidad en el gobierno.

Bastaría para ello que Sánchez se presentara a las sesiones de investidura con su programa político y sin acuerdos de ningún tipo con ningún otro partido. Y que cada cual votara lo que creyese oportuno: si aceptaran su propuesta, bien; si no la aceptaran, que empiece la cuenta atrás para unas nuevas elecciones.

Por supuesto que el equipo de Sánchez debería seguir buscando soluciones cautelosamente con quienes pueden facilitar su investidura, pero, sabiendo que está en su mano una posible repetición electoral, no debería ni forzar ni precipitar nada. En la lección X de su '¿Qué es Filosofía?', Ortega entendió bien que "prisa la tiene solo el enfermo y el ambicioso". O sea, que la prisa por llevar a Sánchez a un gobierno problemático, la tengan otros.

Participaciones de loslectores

Másdebates