"Inseguridad en todos los sentidos, tanto laboral como en la vida cotidiana"

Salir de casa es arriesgado en todos los sentidos, no sabes si al salir de casa, por trabajo o a buscar trabajo, encontrarás tu casa okupada, y no solo es ese el miedo, cuando ves las noticias sobre el virus, las cifras de contagios, piensas "¿seré yo uno más de esas cifras? ¿Puedo ser yo asintomático?" o incluso "¿Viviré? El trabajo que tengo ¿ será estable?". Tengo que pillar otro empleo más para compaginar con el que tengo ya, porque si con uno solo me llega justo para pagar el alquiler del piso, requiero de otro más para pagar los servicios y el mercado, ya no es para vivir sino para sobrevivir. Ya no es para ir a la terraza y tomar algo, créanme, además no me siento seguro en la terraza del bar, por miedo al virus.

De lo que gano al mes pago los impuestos, que fraccioné porque no lo puedo pagar todo de una sola vez. ¿A donde va a parar ese dinero? ¿Se usa para la educación, sanidad, cárcel, comedores sociales? ¿O van al bolsillo de un cuello blanco? ¿Quién juega con el dinero del contribuyente?

Las calles se ven sucias, hay maleza en los árboles, ya no cuidan las calles como antes. Solo veo que nuestra querida alcaldesa quiere montar un tablero gigante del juego de la oca, pero cada vez que salgo a la calle olvido los dados en casa para jugar en la calle .

En la calle también se ve el virus de los robos y la agresión. Pensé que la sociedad iba a cambiar, pero todo sigue igual o inclusive peor que antes. Lo humano se perdió, y ahora importa el yo y nada más que el yo. Nos preocupamos de si un Messi sigue o no jugando al fútbol, mas no por el vecino de al lado que puede que pierda el puesto de trabajo y el ingreso para vivir.