"Indefensión absoluta ante los juicios televisivos"

Rocío Carrasco y Antonio David en ’Sálvame’ / TELECINCO

Por impotente que te sientas ante una decisión judicial que pone en libertad a un imputado por falta de pruebas a pesar de que las evidencias lo inculpan, más impotente te sentirías si observaras a un inocente camino de la cárcel en base a pruebas frágiles o falsas. Para crear confianza, la justicia se imparte en un ambiente sin ningún tipo de divertimento, es más, ante el más mínimo atisbo de este el juez llama al orden y amenaza con el desalojo de la sala para que el juicio continúe a puerta cerrada, no en vano está en juego la libertad o la reputación de una persona.

En cambio, entra ya dentro de la normalidad de este país que día tras día se ponga en entredicho en ciertos programas de televisión a un ciudadano ya condenado de antemano por la cadena a no asistir a su propio juicio al haber sido despedido previamente de su trabajo, y en base a hipótesis y variopintos testimonios que funden al reo en la más absoluta de las indefensiones pero aumentan la audiencia a costa de su reputación.