"No es verdad que el impuesto sobre el CO2 sea para combatir el cambio climático"

El impuesto sobre las emisiones de CO₂ es una mentira que va en contra de la Constitución: dos impuestos sobre el mismo bien. No es verdad que sea para combatir el cambio climático, es un impuesto para los pobres y la vida rural. En la ciudad tienen coches pequeños, si los tienen, y viven endeudados para pagarlos, y pagan pocos euros.

En la Catalunya rural tenemos todoterrenos viejos que pagan 150 euros al año, además del impuesto de circulación. ¿Por qué? Porque cargamos leña (a impacto cero, no como en la ciudad), animales muertos, mortero, ladrillos, porque limpiamos los bosques, vamos con motosierras y gasolina en el coche. ¿Para qué? Para que los de la ciudad vengan a gozar del bosque.

Si las intenciones del Gobierno fueran honestas, habría que contar la totalidad de la huella de carbono que dejamos: calefacción a gasoil, cuatro televisores, aire acondicionado, tablet, PlayStation... Así, es solo un ulterior fraude a los que os damos de comer. Sin nosotros no habría tomates en Barcelona.

Venid al pueblo a preguntar.