Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

"El honor permanece. Gracias, papá"

Varios agentes de la Guardia Civil.

Varios agentes de la Guardia Civil.

En este punto donde siento que cada vez más leyes protegen a aquellos que tanto daño hicieron y humillan a esas personas que decidieron poner su vida al servicio de la seguridad de los demás. En este punto donde ahora compañeros salen de provincias debido a pactos con aquellos que hace años nos subyugaron… a mí me nace darte las gracias, papá.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Gracias por no hablar en casa cosas que hubieran aterrorizado a cualquier niña. Gracias por no explicarme por qué mamá miraba los bajos del coche antes de llevarme al cole o por qué a veces cambiábamos nuestras rutas. Gracias por proteger mi parte más inocente, aquella que no entendía por qué no podía hablar de tu trabajo en el colegio.

Pronto supe que todo aquello que guardábamos como si fuera un gran secreto era tu profesión. Por el único motivo de pertenecer a las fuerzas del Estado, todos estábamos llamados a vivir una vida con miedo. Ese era tu único pecado: seguir tu vocación y que no ayudara a las finalidades de otro grupo que no dudaba en asesinaros.

Con el tiempo, yo misma entendí muchas más cosas: por qué mamá tendía tu ropa dentro de casa, por qué ya no venías a buscarme al cole con el uniforme como hacías antes y por qué tu matrícula cambió de un día para otro. Y cuando la sombra de ETA parecía más ligera, tú todavía no dejabas que mamá hablara en las gasolineras cuando cruzábamos el País Vasco porque su acento podría delatarla. Tu cara cambia cada vez que se habla de un atentado que sucedió tan solo una semana después donde cientos de hijos de militares celebrábamos unos campamentos, entre ellos tu propia hija.

Papá, muchas veces te pregunto ¿tanto esfuerzo para esto? Agachan la cabeza los que pudieron ser asesinados. Llegan entre vítores los que apretaban el gatillo. La España que humilla al que protegía y enaltece al que mata. Y mi padre siempre me sonríe y recita “el honor es mi divisa” y añade con una mirada serena "a nosotros nos echan, pero el honor permanece, y eso es eterno".

Participaciones de loslectores

Másdebates