Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

Gritos frente a la sucursal bancaria

Varias personas sacan efectivo en un cajero en una oficina bancaria en Barcelona.

Varias personas sacan efectivo en un cajero en una oficina bancaria en Barcelona.

De todos es sabido el enorme interés de las entidades bancarias para reducir la atención personalizada a la mínima expresión y así ahorrarse un montón de dinero en personal e infraestructuras. Con la llegada del coronavirus todos los que tenemos empresas y atendemos a nuestros clientes presencialmente hemos tenido que adaptarnos a la nueva situación y tomar medidas, pero tengo la impresión que la banca se está aprovechando de esto.

Entretodos

Esta carta es para denunciar el mal trato que las entidades bancarias están dando a sus clientes y mucho me temo que a sus empleados, aprovechando esta situación. Todos sabemos como funciona el capitalismo y podemos entender que es lícito que cualquier empresa adopte las políticas que quiera para acumular riqueza. Lo que me parece que no es tolerable es que los bancos quieran aprovechar esta situación para acelerar al máximo este proceso y que nos lo vendan como si lo hicieran únicamente para proteger a su personal.

No es tolerable que los clientes tengan que gritar su número de cuenta en la calle mientras el empleado intenta oírlo desde el otro lado del cristal. Que una señora mayor tenga que gritar en plena calle que quiere hacer un reintegro de 100 euros y que le digan que se espabile que el único de los tres cajeros que funciona en ese momento porque los otros están colapsados. No es tolerable que te digan que para ser atendido tienes que pedir cita previa y que tengas que llamar diez veces para que te atiendan telefónicamente y te la den. No es tolerable que un trabajador o trabajadora de una oficina bancaria tenga que controlar el acceso de los clientes a la oficina para que se respete el aforo, enfrentándose a cada momento con una cola de personas enfurecidas (con toda la razón). Y que no me digan que es la única manera de que se respete el aforo en las oficinas. Los que tenemos comercios de alimentación hemos atendido des del primer día poniendo en riesgo nuestra salud y la de nuestro personal y nunca le hemos cerrado la puerta.

Participaciones de loslectores

Másdebates