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Cambios de sede social: El gran engaño

Oficinas de Banc Sabadell y CaixaBank, en una imagen de archivo.

Oficinas de Banc Sabadell y CaixaBank, en una imagen de archivo. / CARLOS MONTANYES

El cambio de sede social de las empresas, no implica la salida del territorio de las empresas. Las empresas pueden tener hasta tres domicilios, el social, el fiscal y el del centro de trabajo. El Impuesto de Sociedades, que pagan las empresas por sus beneficios, es un impuesto estatal, lo cobra directamente el Gobierno Central, estén donde estén la empresas, no lo cobra Catalunya. Así pues, a Catalunya le es igual la sede social que tengan las empresas.

¿Cuantas oficinas de La Caixa, del Banc Sabadell han cerrado? Ninguna. ¿Cuanto terreno de cultivo se han llevado las empresas productoras de cava? Ninguno. Todos sus trabajadores están donde estaban antes de la famosa “huida”. Por este cambio no se ha perdido ni un lugar de trabajo.

En el caso de los bancos, Catalunya sigue cobrando el impuesto que generan los créditos, las hipotecas... Impuestos secundarios que se pagan en el lugar físico de las oficinas. Por lo tanto Catalunya no ha perdido ni un euro de sus operaciones. Todo sigue igual.

Esto ha sido la política del miedo puesta en práctica por PP, Ciudadanos y PSC, a la que ya nos tienen acostumbrados.

No nos tenemos que dejar engañar. ¿Qué se esconde detrás de esa maniobra? ¿Qué beneficios habrán obtenido estas empresas por parte del Estado para jugar a este juego? O ¿qué presiones habrán tenido que soportar para alinearse a esta quimera?

Todo para hacer creer a la opinión pública, que no tiene porque saber estos temas fiscales, que Catalunya estaba sumida en un desastre y ahora ellos la han salvado. No nos tenemos que dejar engañar.

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