"Gracias señor Valls, por su generosidad y esta lección a nuestros políticos"

Como siempre ocurre en este país, otros han de venir de fuera a enseñarnos otra forma de hacer las cosas. Esta vez se trata del ofrecimiento del señor Valls hacia la señora Colau, con el que se podrá o no estar de acuerdo en su programa electoral, pero cuya oferta sin condiciones de apoyar a lo que él considera el mal menor deja en evidencia a los cordoneros sanitarios, a los del no es no, a los que se niegan a dialogar, a los que sus ansias de poder en medio de su debacle les impide dar su brazo a torcer, a los rencorosos o a los que dicen amar a España, pero no les importa que se obligue al partido más votado a pactar con los que quieren romperla. 

La política es eso, negociación, pero también cesión, renuncia y hasta generosidad. Los frentes solo sirven para enfrentar. Creo que ha llegado la hora de que nuestros políticos sean más coherentes, se dejen de sectarismos estériles y piensen más en el país y las personas que en sus poltronas, pues los votantes les pusimos allí para llegar a acuerdos y gobernar para todos y todas. Señor Valls, no le voté, pero gracias por su generosidad y esta lección a nuestros políticos.