"El Gobierno de coalición alemán se encuentra dividido ante el gasto público"

Para remontar la difícil coyuntura actual por la que atraviesa Alemania no bastará con una mayor expansión monetaria como la que prepara el Banco Central Europeo, ni cabe esperar una mejora de la coyuntura internacional. El Gobierno alemán deberá recurrir al impulso de la demanda interna, con una apuesta decidida por el gasto público, si quiere volver pronto a la senda del crecimiento. Dispone de un colchón presupuestario suficiente para hacerlo, después de varios años de superávit fiscal.

El Gobierno de coalición alemán se encuentra dividido ante la alternativa de apostar por un mayor gasto público. Así, los socialdemócratas son claramente partidarios de un aumento del gasto público mientras que los conservadores, liderados por Angela Merkel, no.

Los conservadores tienen una obsesión: el equilibrio presupuestario como base de la economía alemana. Por tanto, el gasto público no entra en sus planes. Esto es, los conservadores son totalmente contrarios a las políticas keynesianas.