Últimamente he leído muchas cartas en las que estudiantes de entre 15 y 25 años denunciaban el estrés que estaban sufriendo, y la mayoría de los comentarios recibidos siempre eran de desprecio hacia esta generación. Me parece un hecho muy triste e indignante.
Estamos agotados, o más concretamente, casi derrotados. Digo casi porque no nos rendiremos, no lo haremos para poder demostrar a todos aquellos que creen que la generación Z somos unos dramáticos, blandengues y mimados. Somos personas igual que vosotros, y tenemos el derecho a estar tristes, a quejarnos y a reivindicar lo que es injusto. La generación Z ha sido la primera en protagonizar las mayores manifestaciones para defender los derechos de todos los colectivos. El movimiento 'Black lives matter', por ejemplo, lo promovió la juventud. Todas las manifestaciones a favor de los derechos LGTBQI+, también; además de las manifestaciones feministas, que han crecido considerablemente en los últimos años .
Pienso –y quiero pensar– que somos la generación del cambio, de la renovación y más concretamente de la liberación; por lo tanto, si decimos que estamos cansados y que nos está afectando de manera importante a nuestra salud mental toda esta situación no es para que nos menospreciéis y no tengáis en cuenta nuestras opiniones. Ya basta de tener que demostrar que servimos para algo, ya sabemos que vosotros estudiábais y trabajabais y lo hacías todo bien, pero nosotros no somos menos y lo vamos a demostrar. Somos el futuro, somos aquellos que siempre decís que tenemos que pagar vuestra jubilación, así que si realmente queréis que lo hagamos empezad a tenernos en cuenta.