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Si yo fuese un independentista racional...

La Escola Tabor de Barcelona, el día del referéndum del 1-O

La Escola Tabor de Barcelona, el día del referéndum del 1-O / DANNY CAMINAL

Tomás Munilla

La actual ley electoral da al Parlament, después de las últimas elecciones catalanas, 70 diputados independentistas de 135, que solo son apoyados por el 47,5% de los electores (no es proporcional). Con estos números se aprobaron dos leyes autonómicas ilegales de lectura única, sin los diputados de otros partidos y sin hacer caso del Consell de Garanties Estatutàries.

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Si yo fuese independentista racional, me daría vergüenza que mis correligionarios se olviden del pecado original (preparación de la consulta, leyes de transitoriedad y referéndum así como la celebración del referéndum ilegal del 1-O y la declaración de la DUI), y solo se fijen en las consecuencias, como la violencia policial del 1-O en algunos colegios y la prisión para algunos miembros del Govern, que ciertamente fueron dos meteduras de pata del gobierno y jueces estatales. 

Los independentistas irracionales siguen llamando president al señor Puigdemont, tienen mucha fe en sus dirigentes y en las mentiras que cuentan (Catalunya Nord, Països Catalans, Corona Catalanoaragonesa, etc.).

Me pareció vergonzoso que los dirigentes de la Generalitat votasen el 1 de octubre en colegios electorales distintos a los que les correspondía, y que otros electores recibieran palos en sus colegios después de que ANC y Òmnium les aleccionasen de ocuparlos de madrugada.

Mi solución actual para aligerar la confrontación social sería: retirar el delito de rebelión propugnado por el juez Llarena y no aceptado por muchos juristas, salida con fianza de los políticos presos hasta que sean juzgados (si se van el extranjero, que no puedan volver), modificación de la Constitución en profundidad  y que acomode a Catalunya como un estado dentro de una federación, aunque lleve tiempo.

En el fondo el procés en un problema de dinero. Todo empezó con el cepillado del Estatut, y lo más importante, la negación por parte del Gobierno de Rajoy de más aportaciones económicas ante el lema de España nos roba, cuando se descubrió que las recaudaciones catalanas de impuestos eran superiores a lo que recibía la autonomía (entre 2.000 y 16.000 millones de euros cada año). Ya lo dice la letra dels Segadors: "Catalunya triomfant tornarà a ser rica i plena".

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