Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

Francisco Serrano, de Vox, el líder contra los comedores sociales

Francisco Serrano y Santiago Abascal, el pasado diciembre, en Sevilla.

Francisco Serrano y Santiago Abascal, el pasado diciembre, en Sevilla. / JON NAZCA (REUTERS)

En último mes y medio el foco mediático se ha centrado en la campaña  del ex juez Francisco Serrano (Vox) contra la legislación de violencia de género, ex juez que fue inhabilitado por perjudicar a una madre sobre el periodo de custodia de su hijo respecto al padre.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

A la manifestación feminista que hubo frente al Parlamento de Andalucía el día en que se votó la institución del gobierno tripartito entre los partidos segundo, tercero y quinto en los resultados electorales del 2 de diciembre, la llamó de manera calumniosa "kale borroka", término que todos sabemos estuvo relacionado con la violencia del terrorismo en el País Vasco. Sin embargo, una de las posiciones políticas de este señor más preocupantes, e igualmente perjudiciales para uno de los sectores más débiles de la sociedad, ha sido contra los albergues y comedores sociales, que en buena medida van dirigidos para indigentes, y que argumenta como estigma con que ello aumenta la delincuencia.

Las políticas sociales son atacadas no solo contra las mujeres, sino  también contra los pobres, que bien han podido caer en esta situación por razones económicas, sociales, o de salud. Estos ataques no solo rezuman desprecio por sectores amenazados por causas diversas, sino también autoritarismo, con el ánimo revocador de leyes sociales como  la violencia de género, pretender que se lleven a otra parte comedores  sociales y albergues, y calumniando impunemente a una manifestación feminista.

El modelo de España que estos señores proponen no es solo contra la ley de violencia de género, contra el Estado Autonómico, contra los distintos modelos de familia, la educación pública, la atención de inmigrantes, o la concordia frente a la crisis territorial, sino también contra los recursos residenciales y de comidas para indigentes, valor humano que comporta el sustrato ético y moral de una sociedad.

Participaciones de loslectores

Másdebates