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"FC Barcelona: urge cambiar de entrenador y de portero"

Ronald Koeman habla a la plantilla antes del entrenamiento de Córdoba.

Ronald Koeman habla a la plantilla antes del entrenamiento de Córdoba. / Pablo García / Efe

La lotería puede tocarte una vez, a lo sumo dos, pero una tercera es casi imposible. Ronald Koeman, entrenador del FC Barcelona juega a la lotería constantemente (nunca hace que su equipo domine el tempo del partido). Su falta de estrategia, su inestabilidad en el sistema de juego y sus permanentes dudas hacia el rendimiento de ciertos jugadores del primer equipo azulgrana hacen que su sistema defensivo haga aguas casi siempre. En Valencia no demostró nada y así le fue durante un largo tiempo. La responsabilidad deportiva para llevar al Barça le viene grande y no tiene el nivel suficiente para dar seguridad a la plantilla, ni tampoco para afianzar el sistema de juego.

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En la última final de la Supercopa contra el Athletic hizo un cambio nefasto de dos jugadores a pocos minutos del final del partido, cuando el Barça vencía por 2 a 1. Sacó del campo a Dembelé, el más incisivo en el partido porque los bilbaínos necesitaban dos o tres jugadores para pararle, y a Lenglet, que era el principal eje de la defensa y que ofrecía mayor estabilidad atrás. Esto, junto a la inseguridad que produce el portero Ter Stegen desde hace ya tiempo en el sistema defensivo, fueron las principales causas de la remontada del Athletic.

Ter Stegen es un portero que se adorna en exceso en alguna palomita que otra y luego falla sobre todo en las salidas (jamás impide los remates de cabeza de los delanteros a centros del equipo contrincante). Se vio también en el partido una jugada, y no es la primera vez, de atolondramiento en un saque con la mano en que el balón impactó en la espalda de uno de sus defensas que casi cuesta un gol contrario. No le llega ni a medio nivel al antiguo portero Víctor Valdés, que era mucho más seguro en la portería azulgrana, por arriba y por abajo. El Bilbao, una vez remontó, se convirtió en inexpugnable con faltas y caídas oportunas al suelo a pocos minutos del final, demostrando mucho mayor oficio que el ofrecido por Koeman por su falta de liderazgo. Urge cambiar de entrenador y de portero.

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