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"Estuve en la final de la Champions femenina y destaco el buen ambiente entre las dos aficiones"

Aficionados culés durante la final de la Champions

Aficionados culés durante la final de la Champions / Reuters

Puedo decir con orgullo que he estado en la final de la Champions femenina en Eindhoven, y desde aquí quiero dar mi enhorabuena y decir lo orgullosos que nos sentimos todos los barcelonistas de estas chicas que me han hecho volver al campo para ver fútbol y emocionarme. Comentar también el buen ambiente que hubo entre las dos aficiones, sin incidentes ni ningún problema.

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A ver si de verdad la UEFA, la FIFA, la RFEF y demás estamentos igualan muchas cosas con el fútbol masculino, empezando por poner una final en un campo con más capacidad, y hacer que las aficiones lo llenen. Por cierto, a una parte de los barcelonistas que fuimos nos encerraron en una zona que parece solo apta para 'hooligans', porque había unas paredes altas de cristal o metacrilato grueso, y nadie de la organización se preocupó de que al menos esos paneles estuvieran limpios, y no sucios y llenos de porquería, para que al menos pudiéramos ver y grabar vídeos y fotos con la total claridad necesaria.

Sabiendo con tanta antelación como se sabe dónde se va a celebrar, lo mínimo que les pido a esos directivos y otros estamentos es que adecuen y dejen el campo y el estadio bien preparados, y no con los cristales opacos por la suciedad, como esta vez. Y tampoco hace falta que nos encierren en las zonas de los 'hooligans'. Si algo está demostrado es que el ambiente (y que dure) de las gradas de los estadios donde juegan las chicas es un sitio tranquilo y normal para disfrutar toda la familia, y no para insultar o pelearse.

Precisamente por eso he vuelto a ver fútbol. Y un último ruego, a ver si ya en la Primera división femenina española, ponen VAR, que ya está bien de ser un fútbol de segunda o menospreciado por los dirigentes de todas partes, incluidos, por supuesto, los de España. Luego, si ganan, sacan mucho pecho con las selecciones, pero nada más.

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