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El Estatut de Sánchez es cerrar el círculo en falso

Reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra en la Moncloa, el 9 de julio del 2018.

Reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra en la Moncloa, el 9 de julio del 2018. / DAVID CASTRO

Adrià Huertas Vidal

"No se enteran de nada". Creo que es la frase más lógica que he escuchado últimamente sobre la política española. Más concretamente sobre la oferta de un nuevo Estatut para solucionar la crisis independentista.

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Lo planteó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el pleno de este martes en el Congreso de los Diputados. El socialista se piensa de verdad que el 'procés' es una serie de Netflix con una narrativa de estructura circular. Y aunque la historia es cíclica, la del proceso independentista está lejos de cerrarse.

Igual que el acercamiento de los 'presos políticos' a las cárceles catalanas, un Estatut votado en las urnas y no recortado, no es una concesión del Gobierno a los independentistas, también es un derecho que quitaron al pueblo catalán. Pero eso fue en 2010, ahora el proceso independentista es la consecuencia de las consecuencias de la promesa incumplida del penúltimo presidente socialista.

El simple hecho de plantearlo es un reconocer que el punto de partida del procés fueron aquellas mentiras pronunciadas por el talante de Zapatero y aplaudidas por la incredulidad de Maragall.

Pero la solución en este caso no está en volver al origen. Hay que proponer una solución a la altura de la situación que vivimos. Una solución acorde a la existencia de 'presos políticos' y exiliados en una Europa que pone en evidencia los delirios en las acusaciones judiciales que caen sobre los líderes independentistas.

Después, de un 1 de octubre, de las palabras partidistas del Rey Felipe VI, de la aplicación del 155 y la intervención de la economía catalana no se puede proponer una solución que era factible hace casi diez años.

Las demandas independentistas han trascendido las de aquel entonces. No convencerás con reformar la habitación de aquel que solo quiere emanciparse. 

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