Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

"Hagamos un esfuerzo para que la libertad de verdad no se convierta en fascismo"

Símbolos nazis y fascistas a la venta.

Símbolos nazis y fascistas a la venta. / IRENE SAVIO

En el año 1940, el escritor alemán y premio Nobel Thomas Mann, exiliado de la entonces Alemania nazi, se encontraba inmerso en una gira por Estados Unidos y durante el transcurso de una ya famosa conferencia, La victoriosa llegada de la democracia, pronunció una frase que, sin duda, quedará para la posteridad: "Cuando el fascismo regrese, lo hará en nombre de la libertad". Acertó de pleno.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial de los regímenes totalitarios parecía que Europa y el resto de naciones afectadas resurgirían de sus propios errores y cenizas. Se ponían las bases de una Europa unida ( mercado común, después la Unión Europea) y la democracia estadounidense parecía funcionar bien, todavía tierra de acogida.

¿Cuándo se empezó a torcer aquello que parecía "enterrado"? La palabra "libertad" comenzó a ser usada y pronunciada por aquellos nostálgicos que para nada creían en la democracia, o bien por los desencantados de aquellas promesas u expectativas que poco o nada se cumplieron (crisis económicas o políticas mal encaminadas).

Poco a poco fueron surgiendo esos nuevos fascismos, algunos con cara amable, otros no tanto, aplicando sin complejos lo que alguien llamo, una "vuelta" al blanco y negro. El fascismo es todo lo contrario a la democracia, ya sea de derechas o izquierdas respetuosa con todas las ideas al que piensa diferente.

Yo no quiero dejar este legado a mis generaciones posteriores. Hagamos un gran esfuerzo, que la libertada de verdad no se convierta en fascismo.

Participaciones de loslectores

Másdebates