"Las épocas turbulentas crean grandes líderes"

El liderazgo en la vida, en la empresa y en la política le pertenece a cualquiera, sin distinción. No importa lo que hagamos, cuál sea nuestra profesión u oficio. Todo lo que realicemos, cualquier labor, si trasciende de forma tangible e intangible habrá valido la pena. Y a nosotros, nos habrá llenado el alma y le habremos encontrado un sentido a nuestras vidas.

Esto es lo que promueve Robin Sharma en su libro 'El líder que no tenía cargo', una fábula moderna sobre el verdadero liderazgo que es el que deja una huella alejado de las luces y del protagonismo mal ejercido. Esta filosofía, se asemeja más a ser un “héroe anónimo”. Ahí radica el poder verdadero del obrar bien.

Nada más enriquecedor en tiempos en los que navegamos en aguas turbulentas: la inflación mundial, la guerra, el populismo de izquierda y derecha, la delincuencia, las pandemias y todas aquellas crisis que nos hacen tambalear. Pero si llegamos a ser capaces de visualizar un foco de conflicto con rendimiento, calidad y atractivo, la solución a los problemas, estarán a la vuelta de la esquina si adoptamos una cultura preventiva a situaciones de riesgo.

Con todo esto, el autor de esta obra plantea las primeras cinco reglas de la filosofía del líder sin cargo. 'IMAGE', es el acrónimo de conceptos como Innovación, Maestría, Autenticidad, Gran valor y Ética. Como ya se dijo, no es necesario tener un cargo para ser un líder.

Luego, otra enseñanza clave: las épocas turbulentas crean grandes líderes. De ahí viene el acrónimo 'SPARK': Sinceridad, Priorizar, Adversidad, Responder y “Kudos”. Es decir, para ser un líder sin cargo, debemos inspirar a los demás, en un mundo en el que siempre se celebran las peores cosas.

Una última enseñanza: cuanto más profundas sean tus relaciones, más fuerte será tu liderazgo. Las épocas turbulentas crean grandes líderes.