"Son nuestras mascotas las que nos humanizan a nosotros"

Detrás de este absurdo debate sobre si obramos mal al humanizar a nuestras mascotas, como intentar que nuestro perro 'hable' o que camine sobre sus patas traseras bailando, algo más propio de espectáculos de circo ya obsoletos, quiero decir que nuestra relación se basa en un encuentro de sensibilidades, en una proximidad afectiva llena de confianza, seguridad y complicidad que nos enriquece mutuamente.

La mirada de mis dos compañeros de vida (Cesare, un teckel con una personalidad arrolladora, pero noble y muy equilibrado, y Bamby, una mestiza albina traída desde Sicilia tras una azarosa y nada fácil vida pasada) cuando llegamos a casa nos produce una descarga de endorfinas como solamente esa conexión mutua puede provocar. Y esta perfecta simbiosis de afecto y confianza mutua nos hace a nosotros más humanos; creo que mejores personas.