Elecciones del 28 de abril: falta de ética por todas partes

¡Cuánto me molesta oír a Casado decir que el 28 de abril se elige o el Frente Popular o el PP! ¡Qué manera de incitar al miedo y al odio entre conciudadanos, estableciendo un paralelismo en el tiempo!

¿Con qué intención lo hace? Recordemos que, después del legítimo triunfo del Frente Popular en el 36, la derecha española -la CEDA- no supo perder y apoyó económicamente al General Mola, instigador de levantamiento, mientras la Falange Española pasó de tener de 6.000 a 20.000 militantes gracias a numerosas incorporaciones de las "juventudes de Acción Popular" (CEDA) e inició toda una serie de atentados generando "la estrategia de la tensión" y la desestabilización política, aupados con aquella frase fascista de Primo de Rivera: "España es una unidad de destino en lo universal".

¿Hace falta recurrir a estas perversidades para ganar unas elecciones? En ningún momento se ve una intención de conciliación por su parte para afrontar un problema, el procés, que es además el eje de su discurso. Proponen hacer pasar un nuevo 155, más duro.

En Catalunya, Torra y su estrategia de desestabilización me produce el mismo repelús que la otra: cuanto peor esté todo en España habrá más justificación para intentar otra DUI.

¿Aparte del referéndum no se puede dialogar de nada más? ¿No hay otros posibles caminos que investigar? Mientras, entre tanta crispación mútua, sigilosamente unos y otros se van apropiando de los gentilicios y cualidades propias, excluyendo a los que piensan diferente, en un ejercicio peligroso que el día menos pensado habrá cruzado un umbral no deseado.

Así están estos políticos todos pendientes de su nación, olvidando que hay un sector de la población que necesita imperiosamente política social. No los ven y cuanto más necesitan, más invisibles son para ellos, como si fueran "desechables"; este otro umbral que nunca se debería pasar. 

Recordemos el pasado para que no se repita no para revivirlo. Sinceramente, falta ética por todas partes.