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El regreso a la escuela, incierto pero deseado por todos

Clase en el instituto Sa Palomera, de Blanes.

Clase en el instituto Sa Palomera, de Blanes. / DAVID APARICIO

Escáner térmico, termómetros, mascarillas, dispensadores de gel, mamparas protectoras, distanciamiento social, clases al aire libre, despedirse de los padres a distancia, y clases con la mitad de alumnos. Esta fue la reapertura escolar, dispar y experimental en todo el mundo.

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Aún no sabemos cuándo o cómo será el regreso a las aulas en nuestro país. Quizás en grupos reducidos de 12, grupos alternos, unos en el colegio y otros en casa. ¿Irán con mascarilla? ¿Les tomarán la temperatura al llegar? ¿Estarán separados por mamparas? ¿Habrá servicio de comedor? ¿Deberían llevar guantes? Son muchas preguntas aún sin resolver. Los niños ya tienen ganas de volver al colegio, y supongo que los profesores también, los padres seguro, y los profesores que sean padres, más todavía. Si fuese con la normalidad de antes, mejor, pero asumiendo que eso no va a ser posible deberemos adaptarnos todos a esa nueva normalidad.

Debemos ser pacientes e ir con cuidado, o el esfuerzo hecho por todos no habrá servido de nada.

Personalmente, a la nueva normalidad le pido una vuelta al cole segura y eficaz, sin asumir riesgos de salud innecesarios. No me gustaría que se tomasen decisiones precipitadas; y, aunque quizás menos importante, cuando mis hijas puedan volver a la escuela, agradecería mucho que se hayan tomado las medidas oportunas para no recibir el siguiente mail: "Queridos padres: Hay un caso de piojos en la clase de vuestra hija...".

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