Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

Menos mal que el personal de esta aerolínea no es low-cost

Un avión de Norwegian aterriza en el aeropuerto de El Prat.

Un avión de Norwegian aterriza en el aeropuerto de El Prat. / FERRAN NADEU

El pasado domingo 14 de octubre mi vuelo Oslo-Barcelona se vio afectado por el huracán Leslie. Tres horas y media de retraso debido a las restricciones en el tráfico aéreo de mi ciudad y casi cuatro horas de vuelo para un trayecto que dura poco más de tres. La espera se hizo eterna, porque, para el colmo, todos los pasajeros que volábamos esa noche con la compañía low-cost Norwegian, nos encontramos en esa situación cuando ya habíamos embarcado.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Sin poder salir del avión, con sed, con hambre y con pasajeros cada vez más nerviosos, las azafatas de ese vuelo y, en especial una chica rubia con gafas (no sé tu nombre, disculpa), fueron las únicas que nos hicieron más amena la espera. Esta azafata en concreto se ofreció a dejarnos su propio cargador y, en equipo, trabajaron para repartir entre todos los pasajeros las existencias de comida que tenían a bordo. Eso sí, previo pago, pero eso ya es otra discusión que daría pie a otra carta al director. Dicho esto, doy las gracias al 'staff' de mi vuelo que, a diferencia de su compañía, no es low-cost.

Participaciones de loslectores

Másdebates