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La imposición del inglés, una miopía respecto al futuro

Niños en una escuela.

Niños en una escuela. / Save the Children (Alba Lajarín)

Hay todo un tinglado montado alrededor de los motores de gasolina: fábricas, piezas mecánicas, modelos de automóvil, red de surtidores de gasolina, ingenieros, técnicos, obreros, empleados de las gasolineras, etc.  Y claro, no puede desmontarse todo de golpe para introducir el transporte del futuro que ha de ser respetuoso con el medio ambiente.  

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Pero sería irresponsable empezar a fortalecer y potenciar todo lo referente al motor de gasolina, argumentando que la generalización de la gasolina es un hecho consumado e irreversible y que mucha gente se quedaría sin trabajo si se intentara eliminarla de manera estudiada y sistemática.

Exactamente lo mismo ocurre con la implantación obligatoria del inglés como lengua internacional.  Los buenos futurólogos ya vieron hace años que era necesaria una lengua internacional que no fuera ninguna de las lenguas nacionales, por razones de economía temporal, mejora de la educación, eficacia, comodidad e igualdad.  No es lógico que haya un país al que haya que rendir culto de vasallaje con la lengua.  

La lengua del futuro no puede ser el inglés, sino el esperanto (que ya ha probado su eficacia) o bien otra por inventar.  Claro está que no podemos cambiarlo todo de golpe, sino de forma estudiada y paulatina, pero lo que es insensato es la obstinación actual de algunos políticos por intentar potenciar al máximo el estudio obligatorio del inglés, las asignaturas en inglés, las canciones, las camisetas, las películas y hasta el pensamiento en inglés, como si estos señores anglosajones fueran dioses a los que hubiera que rendir vasallaje y sumisión absoluta.

No. La imposición del inglés aduciendo que es un hecho consumado e irreversible, no es más que una miopía respecto del futuro. Hay que comenzar a planificar desde los organismos internacionales, la progresiva implantación mundial del esperanto o de una nueva lengua artificial común, prescindiendo de los intereses creados en todos estos años de sometimiento servil.

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