El día que me echaron por pedir un contrato legal

Hace unas semanas empecé a trabajar en un bar de copas. Me contrataron para hacer los servicios de viernes y sábado noche, y domingo por la tarde: un total de 15 horas. Cuando me dijeron el sueldo, me chocó bastante, ya que lo veía sumamente bajo teniendo en cuenta que se trabajaba de noche y en hostelería.

También me dieron el horario hasta enero, con lo cual pude ver que tenía que trabajar víspera de festivos y todos los festivos de navidad. Eso no me desagradó, esos días puedo trabajar y me va bien el dinero. Lo que me sorprendió fue que me dijeron que los festivos, incluidos los de navidad, se pagaban igual que otros días. Es decir, me salía igual trabajar nochebuena y nochevieja que un lunes cualquiera. Para colmo, cuando me dieron el contrato, ponía que era de 5 horas a la semana, cuando mi jornada era de 15.

A mi pregunta de por qué todas esas cosas, me dijeron que cotizar, hasta los 45 no afectaba a la jubilación; y el paro, con las horas que hacía a la semana y con lo que me pagarían, sería ridículo. Ante mi reclamo de un contrato con sus horas correctas y su seguridad social, se enfadaron, y cuando llevaba ya dos semanas trabajando sin contrato firmado, esperando su supuesto arreglo, me llamaron el mismo día después de la tercera disputa para decirme que no volviera por no estar de acuerdo con su política.

Es decir, perdí el trabajo por pedir cumplir con la ley. ¿Cómo puede ser que en 2018 el empresario aún nos obligue a escoger entre nuestros derechos y un puesto de trabajo?