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La educación y el 'sí' en el sexo

Concentración en Barcelona contra la libertad de los miembros de La Manada.

Concentración en Barcelona contra la libertad de los miembros de La Manada. / ALBERT BERTRAN

Limitémonos al ámbito judicial de un acto de violación, que parece que es lo que se está debatiendo con ánimo de incorporarlo al Código Penal. Si no hay testigos o pruebas forenses que lo atestigüen, ¿podemos estar los hombres ante una posible indefensión de acusación por motivos espurios de cualquier mujer? En caso de haber dos o más varones participantes, el abuso está implícito. Entonces se debe eximir a la víctima de la carga de la prueba.

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En el ámbito moral hay espacio para debatir. Todavía somos homo sapiens, ni siquiera ciborgs eficientes ni mucho menos robots. La naturaleza se impone siempre a largo plazo; llegamos casi los últimos y no está garantizada nuestra permanencia como especie.

La atracción sexual ejerce un poderoso poder sobre nuestra conducta, sea masculina o femenina. La intensidad puede ser de grados tan diferentes como individuos haya, incluso nula. El cortejo y posterior apareamiento con sexo plenamente consumado es de una diversidad sin límites conocidos.

El consentimiento explícito, demostrable por parte del género femenino, es de un misterio que lo dota de carácter romántico, que solo la pareja es capaz de revelar en función de la sensibilidad de cada cual. Lo normal es que no sea coincidente hasta que no hayan estado mucho tiempo unidos por un amor sincero. Sé que es posible respetar a la pareja cuando hay una clara negativa que no tiene que ser necesariamente verbalizada. El placer compartido es la sublimación.

Aparte de las leyes y sus códigos, lo fundamental es la educación. El ejemplo es el modo más eficaz. El comportamiento respetuoso entre nuestros padres marca la fuerza ética de nuestros principios. La madre es la educadora clave, sobre todo cuando tiene hijos de distinto sexo, inculcándoles la igualdad de derechos y deberes.

El padre no es irrelevante, porque además del ejemplo debe imponer la autoridad que se le atribuye para sancionar las desviaciones discriminatorias de género. La educación sexual sincera con una base científica es esencial. Los dogmas religiosos que no van en ese sentido son negativos. 

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