"Dulce y amarga Navidad. No creo que haya nada que celebrar"

Confinados, con toque de queda, cosidos a impuestos, sin trabajo, comercios cerrados, con una creciente pobreza entre los ciudadanos... Sin poder visitar a la familia, tratados como delincuentes y viendo que una mayoría sigue viviendo a cuerpo de rey sin importarles absolutamente nada, no creo que haya nada que celebrar. Pero en fin, son fechas de consumismo. Bon Nadal.