Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

"Duele que cuidar la memoria de Machado haya sido siempre tarea ciudadana, nunca del Estado"

El escritor Antonio Machado, símbolo del exilio republicano en Francia.

El escritor Antonio Machado, símbolo del exilio republicano en Francia. / ARCHIVO

Hace unos días, hice un viaje en coche desde Madrid hasta el sur de Francia. Atravesé Catalunya -preciosa, compleja, familiar y ajena a la vez- con una idea fija: llegar a Collioure y visitar la tumba de Antonio Machado. Lo que encontré allí no fue un lugar silencioso, sino todo lo contrario. Una tumba viva. Llena de cartas dobladas, flores secas, banderas, versos. Regalos pequeños hechos por gente que nunca lo conoció, pero que lo echa de menos como si lo hubiera criado.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Machado murió en el exilio con un abrigo prestado y el último verso apuntado en un papel: "Estos días azules y este sol de la infancia". Frente a eso, una sola placa oficial del Estado colocada en 2019, ocho décadas después. Qué vergüenza la deuda que arrastramos con quienes nos dieron palabras para entendernos. Qué dolor que cuidar esa memoria haya sido siempre tarea de los ciudadanos, nunca del Estado.

"Caminante, no hay camino…" escribió. Y aquí seguimos, caminando. Cruzando mapas, recogiendo flores, dejando notas. Como quien se niega a olvidar lo que otros nunca se molestaron en recordar.

Participaciones de loslectores

Másdebates