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El discurso del miedo no funciona

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, interviene en un desayuno informativo el pasado 11 de diciembre.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, interviene en un desayuno informativo el pasado 11 de diciembre. / JOSÉ LUIS ROCA

Un mensaje que el independentismo está repitiendo últimamente es que el gobierno español, con toda la parafernalia del Estado, quiere atemorizar a Catalunya para que la ciudadanía retorne al redil y no incordie con demandas soberanistas. Así, como numerosos políticos que dicen hablar en nombre de los catalanes, como si fuéramos una masa homogénea, yo solo quiero expresar aquí mi estricta opinión personal, con la cual se deduce que no milito en política.

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Por lo tanto, este miedo que afirma el mencionado gobierno, por cierto, bastante incompetente, la verdad es que no lo he experimentado en mi vida. Soy un pensionista más, y lo que siento es decepción, o cabreo, y no miedo por los misérrimos aumentos, inferiores al incremento del coste de vida, que nos concede el inefable señor Rajoy. Sigo realizando mis actividades habituales sin el menor temor ni preocupación. Otra cosa sería si participara activamente en movimientos políticos independentistas, pues obviar alegremente el Estatut d'Autonomía de Catalunya y la Constitución, sí puede incurrirse en riesgos administrativos o, incluso, penales.

Así que, por favor, quien insista en alarmarnos ante una presunta campaña de intimidación, olvide este argumento tan antiguo, pues creo que la mayoría de ciudadanos bastante tenemos con los problemas de nuestro día a día, tanto pensionistas como personas en edad laboral. Los mensajes del miedo están más que desacreditados, y lo que esperamos es que quienes aspiran a administrarnos, lo hagan con inteligencia, habilidad y honradez atendiendo las necesidades vitales de la población. Si además quieren ilusionarnos con futuros paradisíacos, que no olviden la sentencia atribuida a Eugenio D'Ors, 'Los experimentos, con gaseosa'.

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