A dieta por el planeta y por la obesidad: reducir el consumo de proteína animal

Me ha llamado poderosamente la atención que, según el informe de la ONU sobre el cambio climático, en el mundo viven actualmente dos billones personas con obesidad o sobrepeso, lo que significa que más de un 20 por ciento de habitantes de la Tierra lo padecen.

También destaca el informe que el derroche de los alimentos, es decir, los que desperdiciamos, generan entre el 25 y el 30 por ciento de los gases del efecto invernadero y el riesgo consecuente que conlleva el cambio climático para millones de personas expuestas a fenómenos extremos del clima, desertificación, degradación de la tierra e inseguridad alimentaria.

Hay que tomarse muy en serio las recomendaciones de los expertos de la ONU porque, lejos de ser catastrofistas, nos están recomendando algunas acciones que están al alcance de la mayoría de personas, como una dieta flexitariana que, más allá de su insólito nombre, consiste en reducir el consumo de proteína animal.

El informe puede parecer exagerado, pero está avalado por un panel de 107 expertos de la ONU de 52 países, por lo que deberíamos poner cada uno lo que pueda de su parte para que las generaciones del futuro se encuentren un planeta Tierra en mejores condiciones que las que pronostican los entendidos en la materia.