"El despertar del sueño americano y de la cultura del dinero"

Trabajadores de John Deere en huelga en un piquete a la entrada de una factoría en Davenport, este viernes. / SCOTT OLSON (AFP)

Durante las últimas semanas, hemos sido testigos de una revolución en Estados Unidos. Tanto la prensa como las redes sociales se han hecho eco de un movimiento inconformista que se opone a las condiciones laborales actuales, priorizando el bienestar por encima del dinero. Cientos de jóvenes renuncian a sus puestos, poniendo en riesgo su estabilidad y sus planes de futuro, con el fin de preservar su salud mental, hasta ahora olvidada por la sociedad y los sistemas sanitarios y que gracias a la demanda popular, vuelve a ponerse sobre la mesa.

Es la gota que colmaba el vaso de aquel sueño americano: la desintegración de la cultura del dinero, el fin del discurso de las oportunidades que hasta ahora había ganado tantos adeptos y que, con la pandemia, ha abierto los ojos a miles de trabajadores que, en condiciones infrahumanas, se plantan por un futuro mejor para sí mismos. Por primera vez en décadas, la Administración norteamericana tiene que hacer frente a un incesante crecimiento de huelgas y renuncias laborales, un hecho que no parece que vaya a revertirse hasta que los derechos y las condiciones laborales de la clase obrera nacional no se blinden.