En estos tiempos en los que el país y el mundo entero luchan contra una pandemia que arrasa vidas con cifras demenciales a diario, resulta que surgen como setas los desalmados que, aprovechando la situación, quieren hacer su agosto sin importales quién o quiénes caen en sus redes.
Hay que tener un corazón muy negro y una mente muy retorcida para llevar a cabo todo tipo de estafas aprovechando la situacion de vulnerabilidad por la que la mayoría de personas estamos pasando. A estos seres yo los llevaría ante la justicia acusados de crímenes de lesa humanidad y a los que no fueran detenidos los perseguiría bajo la misma premisa.