"¿Cuándo dejarán de mentir y de crispar?"

Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso durante la investidura de esta última, celebrada en la Real Casa de Correos. / EFE / ZIPI

Es triste observar cómo, en pleno siglo XXI, la derecha y la ultraderecha españolas se empecinan, una y otra vez, en mentir y, con sus argumentaciones, crispar a la ciudadanía con el único objetivo de volver a tener unos privilegios que las urnas no le han dado. Por un lado, Casado culpa a Pedro Sánchez de todos los males de España, aunque los datos sociales, económicos y de apoyos de muchos sectores de la sociedad le digan lo contrario. Es más, Casado se atreve, en un acto ególatra y falto de sensatez, a indicar que todos los que no coinciden con sus ideas y argumentaciones somos cómplices de no sé qué delitos. Podemos ser cómplices, no sé de qué, los trabajadores de izquierda que no comulgamos con sus ideales y no queremos políticos corruptos y menos a políticos que quieran cercenar la verdadera democracia, no la que ellos defienden. Considera cómplices a aquellos partidos que no coinciden con sus ideas, y también es cómplice la Iglesia, aquella que siempre ha defendido a la derecha. Cómplices los empresarios. Y cómplice a toda la sociedad civil que no piensa como él. ¿El rey será cómplice cuando firme los indultos? Oyendo lo que ha dicho Casado, parece que Díaz Ayuso decía la verdad, que estaba de acuerdo con ella. A Casado se le une Díaz Ayuso mintiendo y callando (el que calla otorga) cuando Vox insulta, utiliza argumentos de odio e incluso amenaza con quitar leyes de convivencia y derechos democráticos. ¿Cuándo van a dejar de mentir y crispar la derecha y la ultraderecha fascista?

La democracia necesita que se cumplan todos los valores democráticos y sobre todo los de la concordia y el diálogo, y de eso se han dado cuenta los sindicatos, los empresarios, la Iglesia y gran parte de la sociedad civil, pero hay una derecha que no quiere democracia que no se entera.