Mientras estaba Messi, existía la ilusión de cuántos goles marcaba, del balón de oro, del pichichi, la obtención de un nuevo récord... ahora, y desde ya hace unos años, con la marcha de Neymar, Suárez y el propio Messi, y respetando a los jugadores que hay en el club, la verdad es que es difícil ilusionarse con este Barça. Teniendo en cuenta que Busquets, Piqué, Alba, Agüero ya tienen una edad, y que Dembelé está más tiempo lesionado que en activo, nos queda la nueva hornada de jugadores que tienen que tirar del carro, capitaneados por Ansu Fati (otro lesionado), y cuesta pensar que a corto plazo tendremos un Barça competitivo.
Siempre seré del Barça, pero, ahora, ilusión por ver un partido no tengo; es más, cada vez que juega el Barça es un sufrimiento. La última, la del Bayern, que nos pudo meter más de tres, y nosotros ni una sola ocasión. Hay que tener paciencia, pero difícil esperar tanto tiempo con los que nos ha quedado. Messi es más que un jugador, es una institución en sí mismo, es Barça 100%. Ahora nos falta esa referencia, y la sigo buscando cuando veo jugar al PSG.