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"Entraron en mi casa a robar mientras yo dormía. Aún no puedo dormir"

Comisaría de los Mossos d’Esquadra en Cornellà.

Comisaría de los Mossos d’Esquadra en Cornellà. / Enric Fontcuberta / EFE

La semana pasada -una madrugada como cualquier otra- dormía profundamente. No sé aún lo que pudo despertarme. Lo cierto es que cuando abrí los ojos pude distinguir dentro de la oscuridad del dormitorio una figura masculina que se movía y luego traspasaba la puerta. El halo de luz de la linterna apuntando hacia abajo le daba un aspecto terrorífico. Pensé en un primer momento que estaba soñando. Me froté los ojos y me senté en la cama.  Alguien muy real estaba en mi piso paseándose con una linterna. Enseguida- aterrorizada- me di cuenta de que eran más de uno. Ni pensar en ir a buscar el móvil, que había quedado en el comedor junto al inhalador para el asma. Podía hacerme la dormida y quedarme quieta, pero el corazón me iba tan rápido que comencé a temblar. Si prendía la luz se darían cuenta de que me había despertado. Constaté que se habían llevado el primer cajón de la mesita de luz. Volverían a buscar los otros al ver que no había ni dinero ni joyas (vivo al día gracias a los políticos).

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Miré hacia el balcón que abarca los dos dormitorios y corrí lo más sigilosa que pude, y antes de atravesar la puerta comencé a gritar con todas mis fuerzas pidiendo socorro. Oí movimientos de carreras y tropezones, y vi luego a dos hombretones tirándose del balcón a la calle. Mi suerte quiso que por la misma esquina pasaran dos mossos d'Esquadra de civil y me oyeran. Un testigo señaló hacia donde había corrido uno de los ladrones y de inmediato pudieron cogerlo.

Debo agradecer a estos dos servidores de la ley no solo que actuaran con toda la rapidez y profesionalidad que se requiere para estos casos, sino toda la contención y empatía que tuvieron ante mi ataque de ansiedad. He recibido críticas sobre mi reacción, a favor y en contra. Creo que nunca se sabe en estas circunstancias qué conducta adoptar. Quizá debí quedarme quieta y esperar a que se fueran, pero pensé en brevísimos segundos que ya que no habían tenido ningún escrúpulo al meterse en mi casa mientras dormía, podría ser víctima de cualquier otro tipo de ataque de parte de ellos..

Aún no puedo dormir. Mil gracias, Mossos d'Esquadra.

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