El cuento de los trasplantes

Los registros del Consejo de Europa indican que en España la tasa (por millón de población) de enfermos en lista de espera de un trasplante no se reduce en el tiempo (117 en 2003 y 119 en 2016), mientras disminuye en muchas otras naciones desarrolladas.

Por ejemplo, en Austria (167 a 94), Bélgica (146 a 112), Reino Unido (125 a 101) o en el conjunto de los países de Eurotransplant (130 a 107).

Así pues, un paciente tiene menor probabilidad de ser trasplantado en España que, digamos, en Austria, en Bélgica o en Croacia. Datos lamentables (y contrarios a los que la ONT predica) que revalidan los recogidos en el reciente artículo 'El mito del modelo español de trasplantes', demostrando que: el liderazgo mundial permanente de España en trasplantes proclamado por la Administración (durante 25 años consecutivos; cuando en realidad sólo lo ha sido 3 hasta 2016) es una invención de la ONT; que otras naciones con tasas de donación mucho menores que las nuestras (Austria, Estados Unidos, Bélgica y Noruega) fueron líderes en trasplantes tantas o más veces que España; que los incentivos financieros a los médicos y enfermeras que trasplantan son moralmente inadmisibles para los restantes países (Scandiatransplant los rechaza categóricamente), además de no declarados públicamente como potenciales conflictos de intereses.

Estos datos impugnan la excelsitud del modelo español que durante décadas ha venido proclamando la ONT. Y sin embargo, nadie responde ante este enorme desengaño para muchos médicos y también para la ciudadanía; ni la ONT, ni los consejeros de Sanidad autonómicos, ni el Ministerio de Sanidad, ni tampoco los medios de información. ¿Importan menos los trasplantes que el máster de la ministra de Sanidad?