Crisis del Aquarius: Me avergüenzo de ser italiano

El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini. / APF / ALBERTO PIZZOLI

Me avergüenzo de ser italiano. Cada día más. Hoy es la crisis del Aquarius, con sus 629 vidas humanas en peligro. Y mañana será otro problema. Noto en las amistades que todavía me quedan en mi país (vivo fuera de él desde hace casi una veintena de años), una falta de valores muy importante. Como si ya no fueran capaces de valorar la vida de los demás. Personas con las que compartí mi adolescencia, crecidas en mi mismo entorno, con unos ejemplos parecidos a los míos, son hoy en día unos fervorosos creyentes de personajes tan poco ejemplares y peligrosos como el actual ministro del Interior, Matteo Salvini, secretario de la Lega Nord. En sus cuentas de las redes sociales ensalzan “todo lo bueno” que hizo Mussolini y olvidan lo que en realidad supuso la existencia de ese señor. ¿No hay memoria en Italia? Me entristece mucho todo esto. ¿Dónde están mis amigos de entonces? “Si no eres de izquierdas a los veinte años no tienes corazón. Si no eres de derechas a los cuarenta, no tienes cabeza”, decía alguien (¿fue Winston Churchill?). Pues, parece ser que mis antiguos compañeros se lo han tomado muy en serio. Y hoy abanderan ideas tan siniestras, rancias y peligrosas que no consigo entender. ¡Y menos mal! Me gustaría poder reunirme un día con todos ellos y debatir sobre esto. ¿Qué los llevó a tener esas convicciones? ¿Cuál es el miedo intrínseco que tienen al resto del mundo? Por ahora, solo puedo  especular. Y no llego a ninguna conclusión satisfactoria.