'El Corte Manta' o la imposibilidad de andar por Barcelona

Nos pasamos los días debatiendo bicis, patinetes y  monopatines por la acera. En unas horas van a desterrar a las bicicletas fuera de las aceras ¿coto de peatones? No. Con mi familia estos días de luz y consumismo navideños nos hemos acercado tres días al centro de Barcelona; tres días que, para salir o entrar de la estación de Plaça Catalunya teníamos que caminar en fila de uno e invertir más de cinco minutos para salir a la calle.

Lo que tendría que ser un vestíbulo amplio y con facilidad de paso es un 'bazar de mantas' repleto de todos los artículos falsificados que puedas imaginar. Pero una vez fuera, una vez en la calle, la cosa sigue igual o empeora. Frente a los grandes almacenes, en Portal del Ángel, parte de las ramblas, calles y plazas del casco viejo, etc. el suelo está plagado de mantas y manteros.

A las 21h cierra el Corte Inglés y surge, de las bocas del metro, 'El Corte Manta'. No quisiera saber que pasaría en caso de emergencia que los pasillos y vestíbulos estén colapsados por estas mantas. Todo bajo la atentan mirada de la Guardia Urbana que ni persigue ni hace nada.

Reclamamos el espacio para los peatones, desterramos bicis, patines, pero a este fenómeno invasivo y que hace imposible andar no se le dice nada.