Mi conmemoración de la retirada de febrero 1939

Dos imágenes de la guerra civil tomadas por el fotoperiodista Centelles, presentes en la muestra de Girona. / ROBIN TOWNSEND (EFE)

He ido a manifestarme solo para comemorar la llegada de los refugiados españoles -mis abuelos y tíos por parte materna llegaron a Francia el 9 de febrero de 1939-. Tuve un poco de suerte porque hacía un poco menos de frío. Llegué hacia las 11.45 horas, antes de que se llenara el paseo, muy bonito, que han hecho en las antiguas vías de ferrocarril, cerca de la plaza de la Bastille, y andé solo hasta la estación de Reully.

Había unos pocos que corrían y otros que paseaban. Después de almorzar, regresé a la Bastille y ya había más gente paseando, incluso algunos me dedicaron sonrisas de simpatía, a pesar de que yo no era más que un tío un poco raro caminando con una pancarta de cartón. El año próximo, si estoy en condiciones de hacerlo, igual haré esta comemoración-meditacion personal y trataré de ir hasta el bosque de Vincennes.