"Los conejillos de indias y carne de cañón de las vacunas"

Soy un “conejillo de indias” para la vacuna Novavax contra el covid, como 15.187 personas en Gran Bretaña. Yo estoy en un subgrupo de 400 personas que también recibió la de la gripe para evaluar los riesgos de la interacción. Cuando llegaron las vacunas aprobadas se nos ofreció recibirlas, pero muchos renunciamos para que el estudio siguiera.

El personal de hospitales, supermercados, la policía y muchos más han aceptado unos riesgos en su trabajo que excedían lo asumible y si se producen efectos o muerte se considerará enfermedad laboral.

Los voluntarios decidimos enfrentarnos a unos riesgos que no teníamos por qué afrontar, muchos de forma altruista, pero ni las farmacéuticas ni los gobiernos nos protegen en caso de que algo vaya mal, somos su carne de cañón.

Los documentos que hemos firmados solo son un consentimiento para participar. Novavax remarca que no tiene compromiso legal a cualquier pago en caso de “daño”. Ni tan solo permitieron utilizar los PCR que nos suministraron, y así evitar riesgos al visitar la familia. A mí se me denegó unos días después de que las acciones de Novavax se revalorizaron un 11%; a todo esto ya he tirado mis seis PCR caducados.

La CE ya ha comprado 200 millones de dosis, el personal del estudio nos indicó que no nos validaban el certificado covid de la CE y que tal vez nos lo darían si nos inyectaban una dosis de una vacuna aprobada, pero era un riesgo. Además, esto impedía seguir el estudio a partir de ese momento. Por lo menos el “ministerio de sanidad” británico sabiendo que tenemos anticuerpos y como agradecimientos al altruismo nos ha validado su pasaporte.

Pero los gobiernos no supervisan las condiciones de los consentimientos y esto lleva a que no tenemos derecho a indemnización si quedamos inválidos.

Aceptamos estas condiciones porque alguien tenía que hacerlo y ser los "otros", pues cómo se vacunará si no se han testado. Y las hemos aceptado no para los gobiernos o farmacéuticas, sino por ustedes.