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Cómo vivir el confinamiento junto a una persona con alzhéimer

Dos personas de la tercera edad pasean por el centro de Barcelona.

Dos personas de la tercera edad pasean por el centro de Barcelona.

El confinamiento no lo estoy llevando mal. Me entretengo con las series y las películas de Netflix y con el ordenador. Lo uso, esencialmente, para leer diarios: El Periódico, La Vanguardia, El País, Diario de Sevilla, dos de Europa y dos de América.

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El principal problema que tengo y lo que hace que la pandemia para mí resulte una tontería es estar recluido con mi esposa: padece la maldita enfermedad de Alzhéimer y su alteración mental me hace estar pendiente de ella cada segundo. Cada vez que la pierdo de vista (por muy poquito tiempo) se puede y me puede meter en auténticos y peligrosos problemas. 

Por ejemplo, las salidas a la calle tienen que ser cada vez que ella quiere, pues llevarle la contraria es un auténtico problemón. Ella no entiende nada del coronavirus ni del estado de alarma. He visto en prensa un montón de reportajes sobre cómo llevan la pandemia algunas familias, pero nadie se ha preocupado de cómo la pasa una persona con alzhéimer. Yo soy su cuidador y, además, tengo varias dolencias graves. ¡Que Dios nos ayude!

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