El chantaje de los aeropuertos

Cada año todos los trabajadores esperamos que llegue el verano y también nuestras vacaciones. Y como cada año, asistimos al chantaje de las aerolíneas, controladores, servicios de aeropuertos y demás, que nos amenazan con romper nuestras vacaciones. Y da igual que nos hayamos preocupado de comprar nuestros billetes con antelación y lo tengamos todo atado y bien organizado, porque en unas pocas horas todo puede irse al traste. Y cada año esto va a peor. Unas veces por problemas laborales españoles y otras, porque las huelgas son en Francia, Alemania u otro país comunitario, siempre podemos terminar haciendo interminables colas o teniendo que dormir en los aeropuertos (al ir o al volver), y que nuestras vacaciones acaben antes de empezar o acaben recortadas.

Luego llega el interminable tiempo perdido para reclamar el dinero pagado e invertido, sin saber cuándo y qué te pagarán. Algo que no te compensa por mucho que te devuelvan o te den. Comprendo que todo trabajador tenga derecho a la huelga, pero me pregunto (como mucha gente), hasta qué punto se puede chantajear a los pobres usuarios sin que no se pueda hacer nada para evitar todo este desbarajuste. Ya hay personas, entre ellas alguno de mis familiares que, para no caer en este chantaje, han tenido que recurrir a la paliza de hacer la ida y vuelta de su viaje por Europa en autobús. Pero no compensa darse una tremenda paliza de kilómetros y paradas hasta llegar al destino.

Ha llegado la hora de que los países de la Unión Europea pongan freno o alguna solución a tanto desmán y chantaje. Cada año este chantaje supone a cualquier país, europeo o no, miles de millones en pérdidas, y creo que ya hay que tomar medidas para frenar estos abusos.