Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

"Catalunya necesita del turismo interior"

Una pasajera esperando en la terminal del aeropuerto de El Prat, este domingo. 

Una pasajera esperando en la terminal del aeropuerto de El Prat, este domingo.  / ACN / ALBERT CADANET

Debido al cierre de fronteras por el covid-19, Catalunya necesita del turismo interior y por eso ha difundido un vídeo en castellano con el eslogan 'La felicidad es estar unidos'. Veo que cuando nos necesitan, aparcan sus exabruptos; y olvidan su fiebre amarilla cuando les aprieta el zapato. "Por interés te quiero Andrés", como dice el refrán. Imponer fronteras en un mundo globalizado es retrasado y sectario, un país demócrata y moderno no se lo puede permitir.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

No sé si el 'president' Torra presupone que las "bestias taradas con forma humana" vendrán a rescatar Catalunya. Estas tierras, antes prósperas por el trabajo de catalanes y españoles honrados que vinieron a trabajar y a dar lo mejor de sí mismos, se ha convertido en una jungla de gente incívica que no respeta la ciudad, que duerme en las calles, consumen sustancias en público, cometen incluso delitos de sangre, okupan casas de lujo o asaltan la propiedad privada de familias trabajadoras sin que la policía autonómica haga nada por poner orden.

La gente vive recluida en sus casas, asustada en su propia ciudad, hoy conocida en el mundo como "Dangerous City" (ciudad peligrosa, en inglés). Vivo en Catalunya desde hace 5 décadas y no reconozco mi ciudad. Degradada, sucia y con el mayor índice de delincuencia y consumo de drogas duras. Esta reputación atrae a un turismo con poco poder adquisitivo, proliferan mayoritariamente visitantes extranjeros de botellón y alpargata, alguno agresivos por el consumo de substancias. Creo que el Govern, aún siendo la administración con más competencias, no ha sabido gestionar su economía, y como muchos países bananeros, ahora vive preferentemente del turismo. La gentrificación aumenta y los precios del alquiler han llegado casi al colapso. La ciudadanía no actúa como contrapoder, y dejarse amaestrar por un gobierno zombi y luciendo lacitos amarillos no van a conseguir el cambio que necesitan.

Participaciones de loslectores

Másdebates