Carta a los diputados del PSOE de un parado mayor de 50 años

Señoras y señores diputados del PSOE:

Como miembro del innumerable colectivo de desempleados mayores de 55 años,  quiero solicitarles, ya no solo por ley sino también por dignidad social, que con la menor demora posible puedan aprobar una enmienda al objeto de suprimir el RDL 5/2013.

Este perverso decreto es la causa por la que cerca de 124.000 personas siguen siendo tratados como proscritos y condenados a sufrir una injusticia encubierta en los renglones torcidos de la constitucionalidad.

Es incomprensible e inhumano exigir a personas desempleadas, las cuales muchas de ellas están cerca de los 60 años o incluso superan esta edad, que encuentren un empleo en un maltrecho mercado de trabajo que, debido a la reforma laboral del año 2012, los desprecia.

Por si esto no fuese suficiente, han tenido que escuchar las redundantes profecías del anterior Gobierno, en las que aseguraban poder conseguir puestos de trabajo para ellos. Los planes de políticas activas de empleo han sido un estrepitoso fracaso, al menos, para los desempleados sénior.

Por todo ello, de forma transitoria y solamente para todos aquellos desempleados mayores de 55 años afectados por la sentencia 61/2018 del Tribunal Constitucional del 7 de Julio de 2018, es apremiante establecer unas medidas de reparación para todas estas personas, en las que el único requisito insalvable para poder reanudar la extinción sea la carencia de rentas del solicitante.

Queremos trabajar y no podemos porque nos desprecian. Cada vez más, nos suena a profecía barata lo del envejecimiento activo cuando sabemos que el empresario, cuando mira nuestros currículos, ve a alguien que es mayor para trabajar y joven para acceder a la jubilación.

Es indecente e inhumano seguir mirando para otro lado y permitir que nuestro damnificado colectivo siga en el olvido por más tiempo: sin trabajo y sin protección social.

¿Cuál era el plan premeditado que escondía la aprobación del RDL 5/2013? ¿Quieren que salgamos a las calles vociferando a las instituciones para que nos aseguren cuatro años en prisión? Pensándolo bien, tendríamos comida y techo, trabajaríamos y nos formaríamos, y, cuando saliésemos de nuevo, hasta se nos reconocería el derecho a ese subsidio que ahora el SEPE nos deniega basándose en resoluciones administrativas.

Pero desgraciadamente, no termina ahí este ensañamiento premeditado por el anterior Gobierno de Mariano Rajoy, porque si como mejor alternativa a esta ristra de crueles medidas decidiésemos anticiparnos a la jubilación, es decir, cuando cumpliésemos los 61 o los 63 años, el atraco a mano armada a nuestras pensiones se traduciría entre un 15 y un 30%.

Sí se quiere, se puede, muchas veces les hemos oído decir. Porque creemos que con la sensibilidad necesaria y una adecuada gestión de los presupuestos, se podrían llevar a cabo medidas que lleven a buen término nuestra justa reivindicación.